martes, 12 de abril de 2011

LA CASITA DEL HORROR

La llaman la casita del horror por que la leyenda cuenta que el  obrero más joven que trabajaba en la remodelación  de dicho edificio decidió suicidarse  en ese lugar, o al menos eso es lo que dicen los testigos que al día siguiente  leyeron  la carta que el joven dejo al lado de su cuerpo inmóvil y ensangrentado. Muchos piensan que no hubo suicidio ya que la carta más bien parecía una burla del asesino, pues nadie que tuviera los 5 sentidos iba acabar con su vida por esa razón y más de aquella forma, su familia dice que nunca tuvo problemas con nadie y su novia alega que ella presentía lo que estaba por ocurrir, ya que la noche anterior a la muerte, El joven la había amado como nunca antes lo había hecho, “creo que ya sabía que se iba a morir” dice la novia en la declaración.
La muerte de este joven se convirtió en una leyenda por que como todo lo que ocurre en esta ciudad nadie sabe ni comprueba nada, la construcción fue parada por unos cuantos meses y la excusa perfecta es la muerte de dicho hombre aunque la verdad es que todos saben que no hay más presupuesto para continuar con la obra. Un concejal de la ciudad mando una propuesta para que el edificio cambiara su nombre por el del joven (Juan Ramírez), la idea tuvo gran aceptación en el barrio del fallecido, muchos de los vecinos y familiares piensan votar por dicho concejal cuando se lance de alcalde.
El tiempo continúa su marcha, todo sigue su trascurso normal, la novia del joven ya tiene un nuevo pretendiente. Todo seguirá igual, su madre todos los días lee la carta y no sabe si reírse o llorar pues para ella el motivo era tan absurdo como la muerte de su adorado hijo.

LA CARTA DEL FALLECIDO JUAN RAMIREZ— (ALBAÑIL DE PROFESIÓN) DECIA ASÍ:
Hola, es raro hablar en una carta o escribir en una carta cuando siento tanta emoción, aún es raro hablar del motivo que me impulsa a tomar esta decisión de acabar con mi vida, y más si pienso en que todos se enteraran  que mi gran sueño ya se hizo realidad;  desde pequeño me propuse la meta de ser albañil como mi padre siempre luche por lograr ese sueño pero más que serlo tenía que encontrar ese punto máximo de felicidad, y esta noche lo encontré, sentí por primera vez felicidad y creo que es tan inmensa que aun escribiendo esto mi rostro no deja de emocionarse, y no estoy hablando de  la emoción o felicidad que ustedes piensan que es emoción y felicidad,  es mucho más que eso es algo tan inexplicable que quizás el día que lo sientan estarán haciendo lo mismo que yo. por esto pienso  que continuar viviendo no tendría sentido porque ya llegue a esa cumbre y no quiero despertar al día siguiente como siempre había estado en estos 26 años, con un gran vacío con un sentimiento de inutilidad, despertar  sin  este sentimiento, soy extremadamente feliz hoy por fin logre mi sueño de niño, logre pegar un ladrillo sobre un techo, y mi padre que siempre me decía que esto no se podía hacer, que podía ser peligroso, ahora lo veo antes de mi muerte y es tan hermoso, me quedare esperando a que este lindo ladrillo se desprenda del techo soy tan feliz al saber que eso que decía mi padre que no se podía hacer sí se puede hacer.

                        fin        




Catalina Castañeda Garcés

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