viernes, 12 de noviembre de 2010

EL CUERPO COMO TEXTO Nº 11

El cuerpo como texto es como una forma de leer el alma y hasta el más profundo sentimiento, el más profundo recuerdo que se escribe en nuestra piel y el que se lee con los ojos del corazón. El cuerpo, como forma de expresar lo que hacemos, lo que sentimos, lo que queremos, como elemento propio y único de la vida, con el cual hacemos y deshacemos, compañero inseparable de nuestras vidas.
La soledad, reflejada como aquella indisoluble de la vida, la cual nunca nos abandona, la que al final siempre nos inspira, se ve reflejada claramente en VIOLETA y MENOS QUE CARICIAS como esa poderosa sensación que se apodera de nuestros cuerpos, la cual brilla y brota de manera feroz, como un impulso de nuestras vidas para sobreactuar lo que vivimos, para hundir un gran deseo.
El sentimiento, sin una definición tan propia como aferrado al amor, es más que un suspiro, es más representado que un corazón. En la película, es la capacidad de llevar nuestro cuerpo a otra dimensión, al desapego, al temor, a la muerte, al desamor, y en la obra, como un impulso ansiedad, pasión, desespero, ilógica ilusión.
Aunque la historia VIOLETA DE MIL COLORES, reflejada en una pantalla, y MENOS QUE CARICIAS, vista realmente en vivo, ambas llevan consigo una inspiración desenfrenada para el espectador, el cual experimenta, siente y refleja consigo mismo, lo que evidencian los actores con su mayor elemento: El Cuerpo, con el que experimentan, sienten, inspiran y reflejan alguna parte de los recuerdos, alguna amargura de nuestros anhelos.
El cuerpo finalmente cumple un ciclo, el cual va desde un texto, hasta un grato mundo por descubrir, con el cual no solo se representa, sino que se refleja lo vivido, un espejo del alma, un gran desafío...

Inspirado de la pelicula Violeta de Mil Colores y la obra Menos que Caricias.

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