Durante 10 días, el Jardín Botánico Joaquín Antonio Uribe fue el escenario donde escritores, artistas e invitados en general, compartieron la magia de los libros y la lectura en una fiesta inolvidable para todos que contribuye a la transformación de la ciudad.
La feria se transformo en una fiesta donde participaron, no solo adultos lectores, sino también los niños y niñas, quienes fueron protagonistas, luces, colores, personajes y hasta un Bibliocirco fue la escenografía del Jardín Botánico, cantidad de editoriales y universidades estuvieron presentes, exhibiendo sus libros, transformando de una u otra manera la mente del consumidor, promoviendo la lectura y que buena forma de hacerlo, ofertando sus libros con descuentos asequibles a los usuarios, ¡Increíble! se podía conseguir desde el libro de coquito, pasando por el Algebra de Baldor, hasta importantes obras de diferentes autores y para todos los gustos. 
La alegría de comprar un libro, el entusiasmo de venderlo se notaba al instante, no importaba si se tenía q hacer largas filas para adquirirlos, o si los vendedores estuviesen cansados de responder a las inquietudes, solicitudes y/o caprichos del público, todo era alegría y color, los alrededores eran invadidos por bailarines de colores, estatuas humanas, hasta Inteligencia Vial también estuvo presente, educando a la gente, podría atreverme a decir que lo que no estuvo en la feria es porque no existe. Excelente experiencia, excelentes resultados, inolvidable Feria del Libro.
POR: LINA MARCELA POSADA FRANCO
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