Pablo, su novia y un amigo se dirigen a un bar de la ciudad de Medellín, el bar como siempre es un lugar muy concurrido y como concurrido también es un poco costoso, por eso pablo y su amigo decide entrar dos medias de guaro clandestinamente para las que las finanzas no se vean tan afectadas.
Mientras se toman los guaros van pidiendo sus buenas cervezas y shoots, tales como: Pepe grillo (simpático nombre mas no simpático sabor), Cocaína rusa (el más común de los shoots), Sweetest thing (para niñas), y Blue sky (se puede decir que el shoot mas fuerte del lugar). Ya un poco entonados por tantos shoots, polas y guaro, Pablo y su amigo empiezan a hablar del lugar y el porqué es tan concurrido y solo llegan a una conclusión, que lo único chimba del sitio son las meseras y se puede decir que la música también, (aprovechamos para hablar de mujeres porque la novia de pablo se había ido al baño). Hablamos de que el sitio es pequeño y como se mantiene lleno no hay por donde caminar, ir al baño se convierte en una travesía, los shoots así uno se los tome, no son la gran cosa, la decoración desmejoro sustancialmente, anteriormente en todos los muros caratulas y discos de vinilo colgados, dándole una estética muy agradable al lugar, pero ahora no hay nada, hay un montón de garabatos en las paredes y unos cuadros cada uno más feo que el anterior. Por último en el sitio hay tres barras, uno diría que es para agilizar el flujo de personas, pero no, la gente de la barra no sirve para nada, prefieren farandulear con los clientes a trabajar (farandulear porque allá se mantiene la “farándula” criolla, la gente que pretende ser “farándula” y la “farándula” universitaria, principalmente de la UPB y de la UdeM).
Pablo y su amigo llegaron a la decisión de que no ameritaba pagar tan alta suma de dinero (ochenta mil pesos) por un sitio tan malo solo por ver viejas y escuchar uno que otro tema bueno que se podría escuchar en cualquier otro lugar. Esperan a que llegue la novia de pablo, le dicen que valla saliendo y que los espere afuera. Ella sale sin sospechar ni decir nada, esperan un tiempo prudencial y que no Allan moros en la costa y emprenden el camino hacia la salida sin pagar la cuenta y utilizando la multitud tan mencionada no generan ni la mas mínima sospecha y logran salir sin problema, sin ser descubiertos, pero con tan mala fortuna que en el afán de salir dejaron una de las medias de guaro que habían encaletado (en el sitio este producto vale cuarenta mil pesos). “Alegría a medias nos ahorramos la cuenta a la mitad pero perdimos el licor para el resto de la noche” sentencio Pablo con mirada nostálgica y acongojado por la pérdida del tan apreciado licor.
14 SLS.
Buena historia , pilas con la ortografía VAYA, Hayan, y embarrada lo del guaro....
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