Era un sábado en la noche y compartía con unos amigos algunas cervezas en un pequeño bar, ya me había tomado como 2 cervezas cuando él llego a este lugar, de inmediato nuestras miradas se cruzaron, me sentí atraída por ese chico, no sé si era su mirada o la barba de 20 días de no ser afeitada lo que me llamaba la atención, se dirigió a la barra y pidió una cerveza, yo seguía mirándolo mientras me hacia la que escuchaba la conversación de mis amigos, vi que él pidió un cigarrillo, como sabia que en este bar no se podía fumar, le arrebate a un amigo sus cigarrillos y salí rápidamente a fumar, así podría generar un encuentro y tendría la oportunidad de esperar a que me pidiera la candela o por qué no de cruzar algunas palabras. Cuando salí se me acerco un señor a pedirme candela, este sujeto empezó hablarme a preguntarme sobre mi vida,(como se llama, cuántos años tiene, estudia trabaja) yo no le respondía nada a todo lo que me decía yo le sonreía puesto que estaba ocupada mirando al chico en la barra del bar, yo seguía fumando y vi que el chico ya iba a salir, cuando este para y saluda a uno de mis amigos, mi amigo lo saludo comenzó a presentarlo a todos los que estaban en la mesa, tire el cigarrillo y entre rápidamente para alcanzar a ser presentada en ese momento el chico se despidió y me alcanzo a rosar con su hombro, le pregunte a mi amigo que él quien era y me dijo que era el cuñado, me senté y seguí tomando con mis amigos eso fue quizás lo más interesante y fugaz que me paso en aquel lugar.
Catalina Castañeda Garcés
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