Objeto: Volantes de brujeria

En un país donde el vivo vive del bobo, donde los sueños y los anhelos de las personas más incautas son la materia prima de los más astutos, donde las esperanzas de los demás son la burla lucrativa de los tramadores que aseguran poder cumplir el deseo más desesperado de los transeúntes que han perdido el alma y su capacidad de razonar.

Es así como en el centro de la ciudad sobreabundan los repartidores de volantes que promocionan las hazañas de los que sin decirlo explícitamente aseguran tener la lámpara de un Aladino culebrero, que puede hacer y deshacer, que va desde ligar a su amante o ser querido hasta sacar huacas, y todo esto sin que el pobre incauto diga una sola palabra,  él con sólo mirar los ingenuos ojos de la criatura desventurada que ha picado el anzuelo sabe que además de su desdicha trae consigo su plática, que está dispuesto a regalar por el placer del pajazo mental que le proporcionara el chaman, brujo, o “todopoderoso” que le dará la pócima mágica para hacer su sueño realidad.

Deben ser muchos los idiotas que creen que otro pobre desventurado puede hacer brotar agua de la peña y saciar la sed de cualquier moribundo, lamentablemente no en vano tienen el centro de la ciudad plagado con trabajadores repartiendo sus volantes, debe ser muy lucrativo el negocio como para empapelar todos los días la cuidad y así se vean muchos de estos papelitos en el suelo o en las basuras más cercanas, son muchos los que día a día caen en la trampa… no falta el bobo que se deje engañar.

#36 DCAG