Era una noche normal, con un clima normal, a una hora normal, en el bar... Acababa de llegar como cada viernes, a la misma hora de siempre, una hora indefinida ya que nunca era la misma, un día llegaba a las nueve, otro a las once, otro a las diez, otro a las ocho, en fin... Igual siempre era la misma historia, hasta el día de hoy... No es que sea el mejor sitio para disfrutar de una buena velada, pero había algo que me gustaba, tal vez el hecho de que generalmente había muchas más mujeres que hombres, lo cual abría una amplia variedad de oferta, y por supuesto, toda mi demanda hacia ellas... Además estás lindas damas con su forma de mirar, de caminar, de bailar, de vestir, y por supuesto teniendo esos cuerpasos, no hacían sino provocar mis deseos cada vez que pisaba este sitio... Empecé a beber como de costumbre, el mismo aguardiente de siempre, esperando a que por fin mi espera acabara esta noche... Estaba dispuesto a tomarme todo el alcohol de la región con tal de perder el miedo y abalanzarme sobre por lo menos una de esas presas, obviamente esperando tener éxito en la casería... solo los superhéroes miembros de la Liga de la Justicia y también otros que no pertenecían a esta, eran testigos de mi ansiedad, el trago y Superman me decían qué esperas? Hazlo ya! Batman susurraba, tranquilo, ten paciencia y lo lograrás... Hulk gritaba, eres el hombre más fuerte del mundo, demuéstralo! Era una lucha constante conmigo mismo, sobretodo porque yo mismo sabia que más de una me correspondía... Entonces que me faltaba? Si ellas estaban tan cerca de mi bailando de la manera más provocativa que se podía regatón, rap, dance hall, electrónica... Con esas caras hermosas, la mayoría, con esos grandes senos, con esos grandes culos, con esas grandes caderas... A dónde miraba estaban... En los palcos, sobre las mesas, sobre la barra... hasta los ThunderCats se excitaban mirándolas... Y yo me preguntaba, lo vas a hacer o no? Hasta que llegó el momento, tanta era la prenda que tenía que no recuerdo la hora, quizás eran las dos, o la una, o las cuatro... Realmente no sé... Pero vi a esa divinidad de mujer, sola bailandome, y yo me dije, está es... ¡Qué hembra! Exclamé y me le abalance... le pregunté, que hace una mujer tan hermosa sola? Y ella me respondió, quizá lo mismo que haces tú hombre hermoso, buscando una oportunidad... Bailé con ella dos horas o más el palco de madera en el que estábamos subidos no dejaba de tronar, mientras se lo arre... y la manoseaba, ella era todo lo que quería, estaba buenísima! Cuando quietaron la música, a las no sé que hora, debíamos irnos... Pero yo no quería que acabará allí... Quería seguir, haber si por fin "coronaba", pero ella sin dudarlo, cuando salimos me dijo... Hasta aquí... Yo le dije, Dime tu nombre... Ella simplemente dijo adiós... No sé que me pasó, que después de esa noche, que fue hace tres años, sigo viniendo a este maldito bar, haber si la encuentro... O si alguna vez cumplo mi sueño... Lastimosamente nunca más se repitió esa historia ni con ella ni con otra... Ahora solo bebo en el bar cada ocho días y los únicos que me acompañan son los de la Liga...
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