jueves, 24 de febrero de 2011

LA PELOTA

Es un dia como todos los otros, gomita abre sus ojos y se encuentra en
el mismo lugar oscuro y muy caliente pero de todas formas muy acojedor, escucha
que mamá ha dicho que iran al parque “ hay no puede ser” piensa en su lugar mas
temido aquella alcantarilla donde el Niño siempre juega, ese agujero negro de
aguas sucias y basura donde ha perdido a la mayor parte de sus amigos, de todas
formas se siente feliz pues sabe que saldra de aquel lugar oscuro donde pasa
mucha parte del dia, ademas podra jugar, recurda aquella ves que estubo apunto
de caer, pero las manos suaves y pequeñas de aquel niño lo salvaron, auque sabe
que no todas las veces se cuenta con la misma suerte, al llegar al parque entre
risas, sudor y mucho calor juega con su niño mientras mamá les dice cuidado con
el carro, no te vallas lejos, no corras muy rapido, te vas a caer, uno, dos,
tres, piso y mano rebotando varias veces, continua en aquella mano suave y
sudada por la friccion pero de todas formas se siente protejida prefiere eso a
pensar que puede caer en aquel agujero,tiembla cada vez que se ve cerca a el es
lansada por el aire y cierra sus ojos, pues sabe que esta pasando presisamente
por ensima de el, cae a un lado y de Nuevo es salvado de aquel moustro, por el
niño, llegan mas amigos y jugando entre una lluvia de Pelotas trata de
distraerse pero aquel lugar a un lado, en la parte de abajo, no déjà que se
sienta del todo bien, de un momento a otro se queda solo, ve alejarse a su
amigo el niño y siente como el viento lo va llevando hacia la alcantarilla como
si tubiera una fuerza de atraccion, oye a mamá diciendo que ya se van, asi que
respira profundo y solo espera su final, pero su amigo corriendo hacia mamá
recoje a gomita y vuelve a aquel lugar oscuro y coloroso donde un poco
aficciado pero tranquilo, se siente más seguro, descansando y agradecido de
haber contado con la misma suerte de los anterioresde los dias anteriores, se
queda dormido esperando a el dia de manaña en el mismo parque junto a la
alcantarilla.


DANIELA JIMENEZ RODRIGUEZ

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