Un artista  pintaba sus obras en unos pequeños fragmentos de papel, que en alguna ocasión fue  la parte de la herencia que su  tío, el papa le dejo en una  caja;  diciéndole que su mayor riqueza y felicidad, yace  en el secreto de  dichos papeles; claro el artista no entiende nada pues su tío al ser supuestamente  el más rico de la familia, solo dejo una colección de revistas porno, junto  a unos videos de sus mejores momentos sexuales; los cuales revelan su gran vigor masculino, pues a sus 86 años su actividad sexual  era mejor que la de todos sus sobrinos;  estas  miserables pocas cosas  fue lo herencia  que le dejo al sobrino que supuestamente más quería,  a su hermano le dejo una camándula de oro  y   a su prima le dejo muchos libros viejos.
Algo curioso es que  en uno de los papelitos heredados estaba  una formula escrita que tal vez el tío ni vivo podría descífrelo, lo que sí se sabe es que la formulo está relacionada  con  dichos papelitos ya que él lo explica en su testamento.
El artista desidia pintar sus obras   en dichos papelitos, para aprovecharse  de que eran del papa, el pontificio, vendía sus cuadros a un alto precio  buscando alcanzar la riqueza que su tío supuestamente  tuvo y no se sabe donde quedo, pero él  artista  se propuso ser más rico y feliz que su tío dependiendo de los miserables papeles que le heredo; la venta de los mini cuadros estiba muy bien, por lo tanto desidia hacer una rueda de prensa para notificar que aria el más grande y costoso  cuadro con los papelitos  del papa  y dentro de la obra estará uno de sus escritos del difunto papa; él artista quiso exhibir los papelitos en la caja original, que guarda en su oficina dentro de la galería, su nueva novia  en la cual a gastado casi todo lo que aganado con sus obras y por lo cual requiere hacer la gran obra, para poder costearle los gustos a su novia que cada día son  mas y mas, ella  en afán de ser  reconocida en los medios saca la caja de la oficina  y la exhibe frente al público y periodistas, estos la invaden de preguntas ella dispuesta a declarar deja la caja sobre  una mesa  donde está el agua, el vino, el té y múltiples pasabolas. Un camarero ve la caja y desconociendo  el contenido lo vierte en el té ya que la caja es  precisamente una caja de té.
La fiesta continúa  terminando todo el vino  y viendo la necesidad de improvisar con la bebida, dan un coñac aromatizado y fructuoso; dicho facultad dado por el té; todos sin acepción, todos toman  del  coñac  o del té, luego de pasar unos  minutos todos se sienten extasiados, eufóricos, emotivos la temperatura corporal sube y sin acepción comienzan todos a rosarse a devorarse unos a las otros con la mirada, alucinaciones sin cesar  y experimentan   de tal manera  que la palabra limite no existía esa noche…
Al día siguiente  la resaca era inimaginable y la vergüenza los invadía a todos  cuerpos desnudos unos sobre otros. La gran obra  nunca se realizo pues solo quedo la coja luego de dicha noche donde todos gracias a la grandeza de papa muerto, pudieron conocer a Dios  tal cual el mismo pontificio lo experimento día a día. Estas fueron las palabras como la prensa describió lo sucedido en esta gran noche.
interesante historia, revisa ortografía y puntuación
ResponderEliminarquién eres??