Y estoy  en el lugar  buscando encontrarme, encontrando tan solo la soledad, bueno, buscaba encontrar una mujer que me quisiera y que fuera como la he buscado  ya desde hace mucho tiempo. En esta ocasión  idealicé  el lugar y a las personas que encontraría y quizás, con un poco de suerte,  a la mujer  que sería para mí. En fin,  entre  oliendo la cultura y escuchando soledad, hermosas tonadas que agradaron a mi oído. En el baño  me topé con dos personajes, mujer y hombre,  salen inmediatamente  y me dejan solo con la publicidad de  algunas obras y puestas en escena.  Aún se siente el arte, las risas, los aplausos, y eso que aún no he metido nada ni he vivido nada. Me desplazo fuera del baño y llego a un salón donde no hay nadie solo yo y mi soledad, me intento  acercar a la barra para pedir  una cerveza pero tanta multitud no me deja.  Quiero tomar aire.  Lucho  por salir a un patio donde podré refrescarme,  comienzo a perder a las personas  entre tanto humo,  el piso es ya un tapete de colillas y cenizas,  incluso  es cómodo. Casi no veo por el humo, pero creo firmemente que acá encontrare a esta mujer, porque me siento cómodo en este espacio , ¿si salí a tomar aire fresco, será  por que este es el aire más fresco que hay actualmente? en fin, la verdad, no importa.
En este momento solo veo sombras de humo, se parecen tanto a algo que ya he visto, e incluso he vivido. Yo soy una sombra más,  que no fuma, una sombra más de humo total, no  como ellos. En este momento veo un cuerpo seductor que se acerca y se aleja  invitándome,  yo me decido, la abordo, pero es humo  y nada más. Luego de tal desilusión  huyo del patio  de donde las plantas se desvanecen como yo en cuanto el humo las toca, paso cerca de la barra  que es el espacio más iluminado,  por su luz de neón  y un refrigerador  que da su destello sobre el barman perdido en su licor, la cerveza me llama pues todo me indica que debo beber, la decoración del bar y mi garganta.
Resisto la tentación y salgo rápidamente, acompañado de mi soledad. Al llegar a mi casa  tengo compañía; dos seductoras, mi  soledad y mi nueva amante  humo,  que por lo visto me ha tomado entero,  ha recorrido, besado, amado todo mi cuerpo externo e interno,tanto que al día siguiente  mi ropa esta impregnada de su olor.
Buen símil y ejercicio, me gustaría verlo en imágenes
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