Para escribir solo necesito tener algo en mente y ver de qué modo puedo llevar tal idea al papel. En ocasiones y no con mucho agrado tomo un lápiz y empiezo a escribir, luego de uno o dos párrafos la punta cansada y ruñida de dejar un mar de letras plasmadas en un papel, tiembla y en su inseguridad por seguir adelante, desiste y se desprende de aquel tronco de madera que hace las veces de soporte para poder ser usada; Desesperado en mi intento por escribir y frustrado por aquel comportamiento inoficioso de mi lápiz, me remito ansioso al otro extremo de mi herramienta para utilizar el que en este caso corregirá fatal error y podre seguir escribiendo como si nada hubiese pasado. Me pregunto si mi vida se relaciona con este pequeño artículo que empieza con una misión cualquiera que sea y en el intento por cumplirla comete una serie de errores a los cuales, unos más que otros, les atribuimos mucha importancia; Es aquí donde mi mente se centra en tomar la decisión correcta e inclinarme por usar el corrector o simplemente tachar mi equivocación y dejar aquella desagradable mancha recordándome un error en el pasado…

David Zapata Madrid