viernes, 8 de octubre de 2010
Biografía
Como en las tragedias griegas yo traté de afrontarme a mi destino, pelee durante 34 años para evitar que mi vida se sumergiera en una aburrida rutina, con hijos, carro y perro, aunque realmente el perro lo tengo, pero no como aquella mascota que puede divertir a mis herederos, sino como mi leal escudero que me acompaña en todas mis aventuras. Estoy una vez más en lejanas tierras aprendiendo un idioma totalmente nuevo e inútil, ya que solo esta población lo usa, aún así me estoy sintiendo parte de esta comunidad, estoy comprendiendo sus costumbres, creencias y problemáticas, sé que soy una extranjera, una extraña mujer morena con una cámara en sus manos, hablando con la gente, con desconocidos pero aún así ellos me respetan y hasta me quieren, como yo a ellos. Siempre me imagine conquistando el mundo, aunque en mi niñez y adolescencia mi mundo se limitara a un pueblo católico y faltó de criterio, soñé con atravesar las montañas y ser una nómada del siglo XXI, deseaba conocer, aprender de la gente, entender las diferencias que podrían separarnos y por medio de las relaciones que iba cimentando eliminarlas y construir un mundo sin fronteras, bueno mi mundo sin fronteras, en cada tierra que visitara dejaría de ser una extranjera, pertenecería a ellos así sea por corto tiempo y registraría todo en mi cámara, esta sería mi testimonio de que a pesar de nuestras diferencias, podríamos convivir en total armonía. Sí, este fue mi sueño y siento que si lo estoy conquistando, por medio de mis carreras he ido construyendo este camino, la comunicación audiovisual es mi herramienta para capturar las realidades y la antropología es mi camino para entender las culturas que visito, esta última la empecé tarde y me arrepiento un poco ya que la veo como verdadera vocación. El cine, la fotografía, y la televisión son maneras de materializar nuestro entorno, pero como lo puedo materializar sino lo entiendo, la realidad es cambiante y extraña y la Antropología me ha permitido acercarme a ella lentamente, por eso la siento como mi verdadera vocación. Como en las tragedias griegas yo traté de afrontar mi destino, no quería que mi mundo se redujera a cuatro paredes, pero después de caminar tanto por tierras desconocidas siento la necesidad de volverme una sedentaria más del siglo XXI, extrañaré el mundo, pero el cuerpo y la presión de la soledad me han hecho rendirme ante mi destino.
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Super lo podías hacer y si lees lo otro es distinto OK
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