domingo, 10 de octubre de 2010

Creabiografía No. 24


Luego de mi último viaje al Festival de Cannes, tras ganarme el premio a Mejor Director y Mejor Guión con mi última película regresé a casa (en Chile), recordaba sentada en el sillón de la sala, ese del que la única vista es un ventanal que da al mar y hace mucho frío.

Inicialmente me gustaba la fotografía, luego de tres semestres me dí cuenta que apesto para eso, aunque noté que creando historias soy buena. Desde allí escribí guiones, encontrando lo que me encantaba hacer. Tuve varias crisis por quererlo saber todo, por controlar todo el conocimiento que me fuera posible, quería cambiar el mundo, acabar con las injusticias, ayudar a los animales indefensos. Me dí cuenta que solo podía cambiar el mundo de una manera, con mis películas.

Sentada sola en mi casa pienso que nunca más volveré a casarme, después de mi matrimonio en Las Vegas que duró solo 20 días me doy cuenta que lo peor que puede pasarle a alguien es casarse. Es un invento de la sociedad y de la iglesia católica para mantener a la mujer en casa como un objeto de procreación. ¿Hijos? Lo he pensado tanto que lo tengo muy claro: Nunca.

Ahora suena la puerta, seguiré recordando después qué era lo que tanto deseaba y odiaba del mundo. Es mi amiga Natalia que viene a visitarme, creo que iremos a esquiar mientras se queda por este fin de semana. La semana entrante me encontraré con Quentin para seguir nuestra conversación acerca de la próxima película que haremos juntos.



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