jueves, 28 de octubre de 2010

CARTA N° 17


No sé si lamentable sea la palabra para describir un no tan deseable nuevo día, creo que darle esa caracterización a mis soles podría llegar a ser desagradecido, ¿desagradecido con quien? No lo sé, pero así lo siento, tal vez sólo como consecuencia del encarcelamiento moral en el que bien estoy metido.
A veces siento como si las preocupaciones no me permitieran poner un pie fuera de mi cama, ahora que sé que no es el mejor de tus días, ahora que se que no es el mejor de tus momentos, ahora que sé…que se apaga en ti eso que a mi, me regalaba tranquilidad.
Hay cosas de ti que nunca hubiera imaginado venir, siempre tan fuerte y de un dialogo de nunca agotarse, hoy se extingue en dos palabras. ¿Qué te sucede? Dime, ¿por qué traes esa cara?. Para ser franco no quiero escuchar respuestas porque se que no voy a ser capaz de encontrar soluciones a todo este cuento y que a pesar de tenerte tan cerca y sentir que te conozco, ahora que te veo así, eres tan ajena a todo lo que algún día supe de ti…
Me pasa igual que a todos, sin embargo me siento cobarde al sentir que cosas como estas no las merezco, aun así, busco en la caja de los recuerdos, errores míos que falsamente aliviaran la necesidad de respuestas y me regalaran la sensación de la infame culpa y poder decirme algún día, aun sin quererlo, que parte de todo esto es gracias a mi.
Obligadas frases encadenadas a mi inconsecuente desdicha de saber que sólo son frases sueltas que no alcanzan a ocultar mi descontento, “gracias a Dios puedo decir que al menos todavía esta conmigo”… eso no basta y la gente lo sabe, no basta tenerte así perdida en los recuerdos mientras siento como te ausentas de mi lado, tu mirada, ahora perdida, me inquieta, si, me inquieta ver que vives como si los días te consumieran en la penumbra, mientras yo, casi impávido, me ahogo en la frustración que causa la incapacidad de hacer algo al respecto.
Ojala, y a pesar de todo, te mantengas en tu infinito sosiego, porque yo no.
Hay tantas cosas que aun no están dichas aquí, y siento que falta tanto por hacer y es por ello que me ata una enorme necesidad de que regrese a tu cuerpo la esencia que la egoísta vida hoy te arrebatay que tanta falta te hace… o que mas falta hace en mi.
Por favor no me atormentes mas con tu silencio, y regálame nuevamente la calma de tus regaños mamá.

n°17

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