… Él acariciaba sutilmente su cálido cuerpo, su mano se paseaba con un rítmico va i ven sobre su espalda… ella lo miraba tiernamente… y él continuaba cubriéndola con sus apasionados besos que ardían como fuego…. Ja…ja…ja… “sexo compro, sexo vendo, sexo… sexo…sexo…”
El verdadero viaje al sexo está lleno de imprevistos, lleno de deseos, lleno de pasión, lleno de placer, y por qué no, lleno de amor. Pero, ¿por qué limitar una relación física a una cama y a una relación amorosa? Cuando se habla de sexo se habla de dos personas que se profesan amor eterno. Pero el sexo no es amor, es un viaje a un paraíso de sensaciones incontrolables que estallan ante el más mínimo estímulo para no ser controladas de nuevo. El sexo es un momento para el más pleno disfrute y para permitirse el goce infinito de las sensaciones más placenteras que se puedan tener, puede ser en la cama, pero... y si a ese universo de sensaciones maravillosas les sumamos la adrenalina de permitirles escapar donde quieran y no donde deban? En la piscina, en la cama, en la oficia, en el carro, en el escritorio o en la finca… donde quieran y sin el más mínimo reparo más que el de disfrutar sin límites el verdadero placer, sentir todo lo que se pueda sentir sin prejuicios y sin estar amarrados a una relación y a una cama.
Me gusta y la imaginación recrea la historia pòdemos hacerle algunos ajuste y funciona bien
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