El sexo uno de los viajes más maravillosos que podemos realizar. Un país en el que podemos encontrar diferentes olores, sabores, texturas, etc. No a todos nos gusta visitar los mismos países y hay en algunos lugares que queremos pasar mucho más tiempo. Igual pasa con el sexo, hay quienes nos atraen más y nos producen más pasión y placer que otros.
Para compartir un buen rato sexual, no es necesario el amor. El amor cohíbe el sexo. Para tener buen sexo sólo hace falta una persona que nos atraiga y nos produzca placer.
Una de las experiencias sexuales que más placer produce, es cuando estamos bajo condiciones que no son las tradicionales, cuando liberamos adrenalina; como por ejemplo hacerlo en un lugar fuera de lo común, no siempre en una cama y no siempre en la misma posición. Para poder tener un buen viaje al sexo tenemos que dejar tantos tabúes de los que somos víctima, y que la sociedad ha creado; tenemos que quitarnos esa venda de la cabeza y no ver al sexo como algo raro y fuera de lo común. El sexo es tan básico y necesario como comer o dormir, pero no lo debemos hacer por simplemente suplir esa necesidad, sino acompañarlo de actos que le impriman más sensualidad, erotismo y placer al asunto.
Olvidarse de todo lo que nos rodea y sólo pensar en brindar placer y recibir placer.
Les quiero compartir la letra de una canción llena de erotismo y sensualidad.
Desnuda y con sombrilla
Silvio Rodríguez
Silvio Rodríguez
Tú sentada en una silla
yo de pie con expresión de lord.
Tú desnuda y con sombrilla
yo vestido pero con calor.
Tú con uñas y con dientes
mirándome de frente
con brillo de matar.
Yo retrocediendo un poco
llenándome de un loco
deseo de sangrar.
Tú besando tus rodillas
yo discreto pero sin rubor.
Tú creando maravillas
yo soñándome esquimal sin sol.
Tú con un ritmo tan lento
buscando un alimento
frotado con alcohol.
Yo de pronto ensimismado
mirándote alelado
colmada de licor.
Tú ardiente y sin capilla
yo quitándome el sombrero alón.
Tú dispuesta la vajilla
yo al filo de mi pantalón.
Yo a punto del delirio
extraigo un solo cirio
que poso ante tu flor.
Tú susurrando un misterio
de un no sé qué venéreo
me das un protector.
yo quitándome el sombrero alón.
Tú dispuesta la vajilla
yo al filo de mi pantalón.
Yo a punto del delirio
extraigo un solo cirio
que poso ante tu flor.
Tú susurrando un misterio
de un no sé qué venéreo
me das un protector.
Tú...
Yo...
Él.
Me encanta buena y justa la mirada, para el ejercicio pedido.
ResponderEliminarLa canción posee una sensualidad y una carga erótica mágica y se convierte en memoria de situaciones vividas o por vivir. La voz de Silvio la pone en un sitio y en un punto altísimo, gracias por compartirla