Ciertamente estabas ahí, en silencio, esperando un movimiento que fuera el indicio de nuestros deseos caprichosos, el silencio se vuelve parte vital del discurso de nuestros cuerpos, sus palabras están bien calculadas, cada roce y cada exhalación conforman el suave poema que me permite acercarme lentamente a ti. No te he tocado, y aún así tu respiración ya está agitada, como si nuestra sola compañía bastará. Pongo mi mano en tu pierna, es un movimiento torpe, y ¿qué esperabas?, ya la razón no gobierna mi cuerpo, me siento como una marioneta, tu olor es mi titiritero. Y ahora eres tú quién me abraza, y este mortal corazón se pierde en la aceleración de su latir, ha llegado a tal punto que ya no lo siento, cierro los ojos para imaginarme ese momento, las luces están apagadas y la oscuridad nos envuelve, en mi mente los reflectores se encienden y el escenario se llena de tus palabras, tu susurro me obliga a recostarme en las tablas de este teatro, y ahí estás tan claro como en mis otros sueños.
Bueno este es como un primer intento... espero que posteriormente lo pueda ampliar :)
ResponderEliminarSensual y expresivo, temeroso y osado, contrastes sutiles. La palabra obliga, daña un poco el ensueño y la seducción, cambiala por otra mas suave y que exprese tu voluntad por hacerlo
ResponderEliminar