sábado, 13 de agosto de 2011

BAR

EL BAR

Es un lugar pequeño, rectangular, con una entrada que abarca la anchura de todo el espacio, al fondo una barra pequeña en la cual se atiende a todos los jóvenes que llegan con la idea de tomarse unos tragos, al otro lado de la barra un barman afanado llena las copas de una gran variedad de licores, cocteles, cervezas, ron y aguardiente son algunas de las bebidas del lugar. Atrás, en la esquina derecha al fondo, hay unas escaleras en caracol, esbeltas pero muy funcionales, acordes a la proporción del pequeño lugar, unas escaleras por las cuales nunca nadie se ve subir o bajar. Al lado, un pequeño baño, en el cual su entrada se camufla entre los enfriadores de gaseosa y cervezas, para poder entrar a este baño hay primero que pasar a través de la barra levantando una de sus partes. Ya adelante están ubicadas las mesas, las del lado derecho del bar son cuatro, negras, redondas, de un material metálico que le da una sensación de frialdad, cuatro sillas alrededor de cada mesa, del mismo material y color, con el espaldar en forma de maya. Al lado izquierdo del bar hay dos mesas, altas y cuadradas, en las cuales hay una tabla en su parte inferior, llegando al piso, que sirve como estabilizador de la mesa y a la vez sirve para poner los bolsos de las mujeres que van allí. Cada una de las mesas tiene tres sillas a su alrededor, estas sillas se apoyan sobre unas largas y fuertes patas de madera que asemejan las columnas de un alto edificio. Al frente del bar, justo al lado de la acera, un espacio con 2 jardineras, cada una de ellas rodeada con un borde de cemento que sirve para que las personas que no quieran estar dentro del bar se sienten allí, es allí donde se da el ambiente del lugar, como una antesala de lo que encontraras adentro de él. Un ambiente alegre y de fiesta, pero a las vez tranquilo es lo que se vive en el, de vez en cuando, ya pasada la noche, una pareja se aventura a bailar en el centro del bar, en lo que se podía denominar la pista de baile, pero que realmente es el único espacio en el que no están ubicadas las mesas.

Es viernes, día en el que las personas salen de su trabajo a tomar un descanso, el bar esta a reventar, son las nueve y treinta, apenas empezando la noche. Hay una pareja ubicada en la mesa que está en el rincón derecho contra el gran acceso al bar. Allí están, como si estuvieran solos en este espacio, ignorando la gente a su alrededor, ignorando la música fuerte, enfocados cada uno en el otro. David tomando un vaso de whiskey y ella un coctel frio y amarillento como una margarita. Se besan, se abrazan, el bar es de ellos, la noche es de ellos. Pasado un rato salen a sentarse en los muros de la jardinera, el se fuma un cigarrillo, y ella lo mira como esperando algo de él. De pronto, caminando desde la acera, se acercan unos viejos amigos y se sientan un rato a hablar con ellos. Va pasando la noche, y es un viernes normal, todo transcurre como en cualquier salida a tomar unos tragos. De repente, como de la nada, un hombre agresivo sale desde el aire, como un chino practicando karate, le pega a David en la cara, y antes de que cualquiera de los dos pudiera reaccionar, la gente se abalanza sobre ellos, impidiendo que se golpearan más. El agresor se aleja, sin decir una palabra, como si todo estuviera dicho. David se levanta del suelo con sus manos llenas de sangre, su nariz estaba rota, Camila nerviosa corre hacia la barra a comprar una botella de agua y unas servilletas para limpiar la nariz herida de su novio. Cuando la hemorragia se detiene y David se tranquiliza un poco, Camila le pregunta -qué es lo que ha pasado-, ella nada entiende, él, con cara de miedo y apenas cayendo en la realidad de la situación, la abraza, y le dice con palabras suaves e inseguras, que nada ha pasado, que ha sido una equivocación, un accidente, que no sabe por qué sucedió esto. Camila con la certeza en su interior que lo que le estaba diciendo su novio no era verdad pero sin el interés desesperado de saberla, lo deja tranquilo, lo abraza y se van de aquel lugar.

ALEJANDRO MUÑOZ CASTRILLÓN

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