No es necesario transportarnos en un súper vehículo para hacer este tipo de viajes ya que el vehículo somos nosotros… unos, disponibles a todo momento, mientras otros, solo cuando tienen la ocasión. Hay quien, dice que ese viaje es amor y, así lo sienten; muy diferente a la opinión que tienen otros. “sexo, es sencillamente sexo”.
Nuestra mente, poderosa directriz y casi mágica, transmite lo sublime de su pensamiento a los órganos sexuales de hombres y mujeres, a lo que corresponde sensualmente entendiendo estos su mensaje. Su recorrido no distantes, pueden llevar más tiempo en unos que en otros, e igualmente la intensidad de correspondencia puede variar, ya que la constitución humana difiere en su fisiología. Este viaje al sexo es increíblemente generoso y complejo… en el puede haber química o atracción de pareja, lógicamente, que sin haberla, inclusive, se puede llevar acabo dicho viaje. Y, es allí donde suele complicarse lo armónico del recorrido. Pero cuando la química de dos cuerpos se atrae, es un viaje “cuyo transbordador” puede transportarlos de un “paraíso terrenal” a un sublime cielo azul.
Angelo Muriel Zapata
No hay comentarios:
Publicar un comentario