sábado, 10 de septiembre de 2011

EL CAFË


Me gusta demasiado ese lugar, que llegas con una buena compañía y te sientas a conversar y allí no importa si te quedas callado porque el ambiente que allí se genera, compensa tu silencio, una buena música pop, en su primer piso y en el segundo, balada pop, aunque es imposible no ignorar y escuchar las conversaciones de todo el mundo y el ajetreo de más de uno es decir el besuqueo y el manoseo, pues el lugar se presta para eso, por sus cómodos sofás y otros con forma de cama que sin mentir, son una tentación.

Estando allí sentado llega una parejita y se sienta de tras de nosotros y pareciera que sintieran que estuvieran solos porque, no demoran en sentarse y empiezan el besuque y el manoseo, al llegar la mesera les deja la carta y ellos ni cuenta se dan, siguen en lo suyo pues el tipo parece que la estuviera aspirando porque no se escuchar respirar sino mas bien hacer  unos leves ruidos como si el man la estuviera asfixiando, cuando por fin se detienen, miran la carta, le pregunta uno al otro que tomar, y hacen su pedido el tipo pide un capuchino y la niña pide un orgasmo, inmediatamente se miran los dos y se ríen … jemmm que pensó el tipo!! Juemadre corone!! Salgo de acá rapidito, bueno!! Ya se suponía que toda la noche seguirían lo mismo, después a nuestro lado derecho una parejita   hablando, y parecían que era su primera vez en salir, porque se  preguntaban  el que hacía cada uno, que le gustaba hacer, que en donde trabajaba, y así sucesivamente por un tiempo  hasta que me paro para ir al baño y cuando regrese ya se estaban besando  y me senté y hable con mi compañía y le pregunte! que carajos se dijeron antes de eso?.. 
y bueno, que solo se acercaron mas  y se dio en medio de tanto besuqueo a un lado y a otro, me pare inmediatamente porque el antojo lo invade a uno y el gran error que tuve fue hacerle caso a Josue “de que fueran a ese lugar no con una novia o compañía para besuqueo porque no hacían el trabajo sino mas bien con una amiga o amigo”. Resulta que fui con mi prima y ya la estaba viendo con cara de alimento, y pues ya teniendo en cuenta la hora y el que cada uno tenía que madrugar a trabajar, salimos, sacamos el carro y nos fuimos.

POR: Juan sebastian velásquez zapata

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