Era una noche fría, esteban salía de tomar sus clases en el colombo, estaba ansioso y pensativo porque quería ver a su novia teresa que llegaba ese fin de semana de viaje. Antes de verla, él decide salir con sus amigos a un bar en busca de una cerveza para calmar sus nervios, ya que esa noche iba a ser muy importante para los dos. Pasaron las horas y esteban ya llevaba varios tragos; de pronto se acordó que debía irse, pero su amigo Josué con esa facultad de convencimiento que tiene, impide que esteban se vaya y mejor lo entretiene con su amiga marcela, quien empieza a coquetearle y lo invita a bailar, en medio del baile marcela se le acerca al oído y le habla en secreto, y le dice que se vaya con ella, lo invita a pasar la noche en su casa. Esteban ya borracho acepta la propuesta y se va, al llegar al edificio donde vivía marcela, se acuerda que tenía una romántica cena con teresa su novia; arrepentido sale corriendo, se detiene en un kiosco, pide un tinto para calmar su borrachera y espantar su olor a trago, hace una llamada, habla con teresa. Ella le dice que lo está esperando, él le responde: “espérame tuve un retraso”. Sale corriendo, llega a su cita, toma a su novia de la mano y justo en el momento en el que le iba a pedir que fuera su esposa, mete la mano en su bolsillo y no encuentra su anillo, lo había dejado en el casillero de su escuela, él se desespera. Teresa sospecha de su actitud de pronto lo mira y ve en su camisa una mancha de polvo de mujer, ella le reclama, se enoja y le dice que no lo quiere volver a ver, toma su bolso y sale en busca de sus tiquetes y su maleta para regresar a su ciudad de donde tal vez nunca debió haber salido.
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