Viernes, Sábado y Domingo, y Chela, todavía no se le ocurre tomar el maldito teléfono y marcar mi número telefónico, no le interesa definitivamente lo que pase con el trabajo que debemos entregarle al profesor de Lenguaje, ¿será que se cree la Madre ésa de Calcuta?, ¿cómo es que se llamaba?... ¡ah!, no me acuerdo, lo cierto del caso es que ella no es tan importante como lo era ella, ahora la demora de ésa boba va a generar que me tarde más haciendo el trabajo ese, maldita sea, yo que quería hacer todo temprano; pero bueno, no me queda otra que esperar a la belleza esa se digne en aparecer.
…Ya han pasado tres horas y yo sigo acá encerrada en esta torre de apartamentos. Ah, me dieron ganas de una pola o de un vino rojo, de algo, pero yo acá no me pienso quedar encerrada esperando a Chela, así que mejor me encontraré en la taberna con Teban, ése tipo de la doble nacionalidad Colombiana y Argentina, a ver si paso la tarde allá.
Bueno, salgo de mi torre y todo está normal, los lockers que aun no sé para qué sirven en una urbanización, todavía están ahí, sigue la misma casetica con su letrero grande de “Postobón” allí… todo normal, esta tarde no pinta para nada especial, así que no puedo esperar que de un momento a otro se aparezca ante mis ojos un príncipe azul que me invite a un restaurante carísimo y me invite a comer, que luego me lleve a mover mi cuerpo sin parar en una discoteca y que por último saque de su bolsillo una cajita y me pida matrimonio; querida, no, eso no va a pasar hoy, lo más especial que te puede pasar hoy es que yendo a tomar el metro para ir a la taberna no tengan sencillos y te toque comprar viajes para todo el mes, qué ilusa soy, pero bueno como algún día me dijeron por ahí: “Soñar un cuesta nada”…
Listo, llegué a la taberna esta y para terminar mi desastroso día, Teban, mi querido de doble nacionalidad me dejó plantada, a parte que me dejó acá como si yo fuera una flor, hay en este lugar muchas personas de mi mismo bloque de la u y seguramente en sus mentes estarán riéndose de la pobre ilusa que ven acá sentada esperando por un sujeto que nunca llegará; así que mejor saco a relucir mis dotes de heroína y salgo a hurtadillas de acá, como quien no quiere la cosa, como si lo que estuviera haciendo nadie lo pudiera saber.
Logré salir de allí, mejor me devuelvo a mi triste apartamento esperando que la irresponsable de Chela ya se haya dignado en aparecer, total, apenas son las seis de la tarde y este domingo no puede empeorar.
[[ ISABEL BOTERO RUÍZ ]]
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